CONTRA EL DESTINO NO SE PUEDE...

Loeb ha encontrado su 44º victoria luego de que Mikko pinchara un neumático e inmediatamente hiciera un trompo, mientras que Latvala, en el mismo especial, el anteúltimo, abandonara por problemas mecánicos.
La carrera venía planchada en los márgenes impuestos por la lógica hasta promediar la tercera etapa. Lo más sobresaliente era la aburrida y fastidiosa estrategia de Ford que le daba a Jari una victoria parcial que nadie se la creía. Pero el Domingo comenzó con un trompo de Loeb (¡Si señores, Loeb se equivoco!) que hacía suponer que el destino de Ford se cumpliría tranquilamente. Sin embargo, el tramo 17 derrumbaría todas las ilusiones de Wilson y de sus pilotos entregándole un resultado de ensueño a Citroën, lo que hace pensar que se anticipa de manera casi ineludible, la definición del campeonato del mundo, sobre todo considerando que quedan por correrse Córcega y Cataluña, rallyes que, solo en una película de ciencia ficción, podrían escapárseles a Loeb.
“Esta mañana he hecho un trompo y no era capaz de reducir distancias con Mikko, pensaba que ya se había acabado todo y que no teníamos opciones,” ha dicho Loeb. “Pero entonces todo ha cambiado y volvíamos a liderar. Éste ha sido un rallye complicado, con constantes cambios y con algo de estrategia de por medio. Necesitaba ganar, desde luego, y es muy agradable, pero no me alegro de lo que le ha pasado a Mikko, porque lo estaba haciendo realmente bien y era una buena lucha. Pero bueno, es una carrera y estas cosas a veces pasan.” Culminó el francés apelando a una empalagosa diplomacia.
Dani Sordo terminó segundo dándole un empujón a su equipo en la lucha por el título de marcas, mientras que un desconsolado Hirvonen, al menos, pudo rescatar el tercer puesto. Más atrás se encolumnó Peter Solberg demostrando que el nuevo Subaru 2008 no solamente es más feo que el anterior auto, sino que también es igual de lento. Quinto fue Urmo Aava afirmando lo que todos ya sabemos de él, mientras que ambos Suzuki’s ocuparon el sexto y séptimo lugar con Andersson y Gardenmaister respectivamente.
En el último lugar de los WRC que cerraron un rally sin problemas y ganándole cómodamente a todos los autos de producción, terminó el Argentino Federico Villagra, mal gastando su prestigio por los caminos del mundo, esta vez no por culpa del calor, ni de las piedras, ni de los saltos, sino, de los frenos, mientras Henning Solberg con un mismo auto y dentro del mismo equipo que el pentacampeón Argentino y tras caer a la 45ª posición el primer día tras un fallo en la dirección asistida, tuvo una remontada espectacular en la que hasta ganó siete tramos de la general, completando el rally en noveno puesto… justo detrás de Villagra. Cualquier comparación puede resultar odiosa ¡Pero efectiva!

Pablo Lapenta