Andrew Cowan - Ganador de la prueba -
Corría el año 1978 y en Argentina una dictadura militar gobernaba ferozmente los destinos del país. Mientras el pueblo se entretenía con el mundial de fútbol, desde el Automóvil Club Argentino se diseñaba y programaba la reedición de la mítica carrera, Buenos Aires – Caracas de 1948, esta vez denominada “Vuelta a América del Sur”. Una aventura difícil de describir aún por los 57 audaces binomios que intentaron, a bordo de las más sofisticadas máquinas, recorrer de punta a punta la América del Sur, en una carrera apasionante y adversa, a lo largo de toda su extensión. Entre los participantes mas destacados se recuerdan a Timo Makinen, Andrew Kowan y como navegante, a Jean Todt. Fue toda una aventura en la que se debían cruzar las soledades andinas, las cumbres de América, los desiertos de la Patagonia, las coloridas regiones del trópico y los ríos inmensos del sur continental, durante casi 30.000 kilómetros de recorrido y en 39 días de agotadora competencia.
La “Vuelta a Sudamérica” tuvo un itinerario prefijado, un tiempo para llegar, y otro para correr determinados tramos. La reparación de sus máquinas les era permitido apenas durante algunas horas, sólo a los dos tripulantes y únicamente con las herramientas que tenían en el vehículo. El Reglamento, muy severo por cierto, autorizaba que el coche fuera transportado sólo por sus propios medios, y si algo se descomponía lo largo del camino sólo debían ser sus conductores los encargados de empujarlo.
De los que partieron el 17 de agosto, solo 24 tripulantes pudieron disfrutar el 24 de septiembre siguiente, de un triunfal recibimiento, tras haber disputado un total de 28.592 kilómetros, en 25 etapas entre Buenos Aires-Caracas-Buenos Aires.
Luego de atravesar Uruguay, Paraguay, Venezuela, Colombia, Brasil, Ecuador, Perú, Bolivia, Chile y Argentina, los ingleses Andrew Cowan y Colin Malkin, a bordo de un Mercedez Benz 450, se adjudicaron la categoría “D” y la general. En tanto el binomio peruano integrando por Henry Bradley (¿les suena? Que honor verdad.) y Peter Kube, ganó la categoría “C”. Los argentinos Jorge Recalde y Jorge Buroscotti se impusieron en la “B” a bordo de un Renault 12 TS (que hoy descansa en el Museo de la Industria de la ciudad de Córdoba) y los brasileños Christiano Nayaagard y Neri Reolón en la categoría “A”.
Después de haber leído en este breve resumen lo que hacían aquellos cojonudos, más la permanencia de pruebas como el Rally de la Hermandad o el Caminos del Inca, me pregunto y les pregunto ¿cuanto de innovador va a traer el Dakar por estas tierras?
Pablo Lapenta